Es el título de una canción de Jeanette, pero también forma parte de nuestro día a día.
Haciendo recuento de clientes te has dado cuenta de que algunos pacientes han dejado de acudir a tu centro…

¿Y si les llamas y les preguntas por qué dejaron de venir? ¡Sé valiente!
Lo peor que puede ocurrir es que su crítica te ayude a mejorar, y lo mejor que podrá suceder es que esos clientes sientan que son realmente importantes para ti. Puede que, al principio, te dé un poco de vergüenza preguntar, pero con el tiempo verás que la mayoría no ha vuelto porque se han mudado, o porque no podían pagar tus servicios, no porque hayas hecho nada mal.
No hagas conjeturas y llama, o escríbeles un correo. La información que recibirás será valiosísima para mejorar tu propuesta de servicio y corregir los errores.
¡Cuestiona, analiza, asume y propón! Tu profesión es curar animales pero tu negocio es trabajar con personas.