La venta cruzada, esa expresión que oímos tantas veces y que tanto cuesta conseguir.
No me refiero solo a la venta de productos en la clínica veterinaria, aunque no debemos renunciar a ella. De hecho, deberíamos recuperar el terreno perdido como prescriptores de alimentación para las mascotas. O más bien, hablar del terreno que nos hemos dejado comer por los otros actores implicados: tiendas especializadas, peluquerías, residencias caninas, criadores…todos venden alimentación, pero no hay ningún veterinario orientando al cliente. Se benefician pero no benefician al consumidor. Es un reto que tenemos, pero no es de lo que quiero hablarte hoy.
Te quiero hablar de la venta de servicios cruzados, siempre desde un punto de vista ético, por supuesto. Ni se me pasa por la imaginación ofrecer algo que el cliente no necesita porque yo quiera facturar más, o porque el jefe me presione para hacerlo. Hablo de trabajar bien, de hacerlo mejor.
El cliente que viene a vacunar, por ejemplo, es el ejemplo perfecto.
Porque el cliente que viene a vacunar, en realidad no debería venir solo a eso. Debería venir a una revisión completa de su mascota que acabará, si su salud es buena, con la aplicación de una vacuna. A nadie en su sano juicio se le ocurriría vacunar a un animal enfermo ¿verdad?
Pero sigue habiendo clínicas que vacunan sin revisar al paciente para abaratar costes y bajar precios. Pero ese es otro tema que no toca hoy, estamos hablando de trabajar bien para las mascotas y que los clientes valoren nuestro trabajo.
Decía que la mascota que tenemos encima de la mesa de exploración nos está pidiendo eso, que la exploremos. Previamente haremos una anamnesis detallada con el propietario, especialmente si hace tiempo que no nos visitaba. Preguntarle por los cambios que haya detectado en la mascota respecto a los hábitos alimenticios o cambios de dieta, cambios en las heces y orina, tanto en frecuencia como en volumen, en el carácter, si ha cambiado…Debemos revisar boca, ojos, oídos, piel y pelo, auscultar tórax, palpar abdomen, revisar genitales y periné. Una revisión completa antes de vacunar.
Es muy, muy raro que una mascota esté en perfecto estado si la revisamos bien. La mayoría tiene sarro dental, o sobrepeso, o están mudando el pelo, o tienen atrasada la desparasitación interna o externa, o tienen más de 8 años y necesitan un chequeo.
Si explicamos a los propietarios todos los hallazgos que vamos encontrando en nuestra revisión profesional, podremos ofrecerles los servicios que necesitan y programarlos para una fecha de su conveniencia. Si lo hacemos por escrito, mejor. Por supuesto, si no hay nada grave, le podremos vacunar, pero después de invertir nuestro tiempo en hacer bien nuestro trabajo.
Los planes de salud son una herramienta magnífica para vender los servicios cruzados debido a que los pacientes vienen con mayor regularidad a la clínica y podemos recordarles los servicios (y productos) que necesitan las mascotas.
Un último tip, para los auxiliares de recepción. Cuando vayan a cobrar la visita, que digan lo mismo que nos dicen a nosotros en las tiendas: ¿ Necesita algo más ? No por vender algo más, es que a veces se nos olvida comprar algo y esa frase nos lo recuerda.
Si necesitas algo más, aquí debajo tienes un formulario 😉 Estaré encantado de contestarte si conozco la respuesta.